martes, 29 de abril de 2008

al gualicho, sal de las tinieblas.

Sal de las tinieblas, sal y ven a verme bailar.
No preguntes nada, abrazame con tus codos de acero.
Pinta las agallas de tu muerte inesperada y solo espera.
Huye cuando la tijera corte el final y los dedos sean años.
Ten el tupe de insultarme cuando los cristales se hayan quebrado.
Juega desnudo entre mis telas para no ser visto nunca mas.