domingo, 6 de junio de 2010

hechizo

Quien hubiera imaginado el peligro de una mente soñadora cuando no mantiene el equilibrio.
Andar sola por la noche sobre abismos ajustados.
Sin fronteras ni discursos descifrando un acertijo.
Haciendo el peligro a un lado.
Despertó siendo princesa en el bosque encantado. Tanta luz como tinieblas, buscando a su ser amado.
No lo encuentra y se acuesta para regresar al otro lado. Las lechuzas le susurran los secretos de los magos.
Esta vez cuando despierta ya no busca, lo ha olvidado.