como el dia que nos vio nacer bajo el canto de los pajaros en el jardin interno me sorprende la imagen sutil de un estallido esfimero al fin del verano,
casi a punto de perderme,
dejo caerme
asciende sobre la esfera candente, me eleva sin estupefacientes
la ultima raiz en la tierra sigilosa y bien fuerte
aqui solo los arboles guardan el secreto, no me delatan, son hermanos de mi centro
un cuenco en flor respira dentro y purifica los versos

balanceo suave sobre la luna en mercurio,
entro en la senda sensible sin sujetarme,
elastica e invencible, como la nada
predomina la calma
le muestro mis heridas al sol, solo para que las sane, solo para que me ame
sin buscarme desciende lento bajo mi enagua, provoca sensacion de vertigo
el espejo de mi voluntad viene a encontrarme en madrugada