jueves, 13 de enero de 2011

a los ladrones de poesía y otras alimañas

La ultima plegaria de esa noche fue agitada,
senti un vacio, ausencia de miedo.
En el sueño no sonaba,
cuando desperte tampoco estaba.
Por tan solo dos letras descubri la mentira.
Se lo adverti, no me escucho.
Quedaron restos de su voz,
luego el filo de una navaja que me regalo,
continuo el silencio,
broto un deseo...que no se acabe.
Cayo del trono sutil y me perdio de vista.
Empece a correr.
Él volvio a su reino y yo al mio,
Descubrieron el lugar secreto donde nos miramos.
Ya ni hablamos.

Quede buscando refugio con la cara pegada al suelo.
No hice ninguna promesa. No volvi a bailar.


Tiro el antifaz y se despidio de mi gritando algo que no puedo repetir.
La unica desnuda era yo.