Desarmando parte por parte se sorprendió de ver que quien oculto, latía en silencio.
Partiendo despacio lo descubrió en un camino largo.
Pensando en el último encuentro se entregó al infinito y no volvió.
Con la clave de sol primera se aventuró, surgiendo en aquél pentagrama.
Buscando esencia percibió el momento lúcido.
Las palabras justas se articularon formando la imagen de un lugar cercano.
Un día, su rostro.
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