domingo, 30 de marzo de 2008
KIN
Cuando el misterioso dragón invisible se torne azul, nos estaremos buscando, en el agua, en la tierra, en el bosque, en la selva, en el campo.
Un giro más nos perderá en la burbuja atemporal y los restos de disconformidad se habrán esfumado, bailaremos en una atmósfera suave con aires de celebración intramolecular.
Luego...todo reducido en ínfimas partes nos encontrará mirando nuestros pies, temblorosos todavía, sabrán llevarnos y el dragón quedará al descubierto, intentando esconderse. Entonces... me verás pendiendo de tus actos una vez más y juntos al fin, sabremos penetrar la incomparable sensación del complemento ajeno.
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