Dejé que mi pelo crezca tanto como era posible antes de que me empezara a quebrar.
Mi cara se hizo larga, se seco mi piel.
Pájaros y perros negros. La rosa sobre el trigal.
Una uña rota, el vestido despedazado.Volví a gritar.
La tiza entre mis dientes, descalza sobre la pedrera dejandome llevar.
En el mar contenta sin nada en que reparar.
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